sábado, 17 de diciembre de 2022

El puchero mágico

 Una niña iba paseando por el bosque cuando se encontró con una abuelita muy amable que le dijo:

-        Toma este puchero, hija. Cuando tengas hambre, levantas la tapadera y dices “Cuece, pucherito, cuece”. Enseguida verás que se llena con la comida que deseas. Cuando ya no tengas apetito, le dices: “Basta, pucherito, basta”. Y el puchero se vaciará.

La niña agradeció el regalo y se lo llevó  a su casa.           

Un día, una vecina oyó desde la ventana que la niña decía: “Cuece, pucherito, cuece”, y vio que el puchero le preparaba un delicioso guiso. Como era muy envidiosa, decidió robar el puchero. Y así lo hizo.

La vecina llevó el puchero a su casa. Y mientras pensaba en un buen plato de natillas, ordenó: “Cuece, pucherito, cuece”.

Al instante, el puchero empezó a preparar las natillas. La mujer comía y comía, y del puchero seguían saliendo más y más natillas. Aquello nunca se acaba y la mujer no sabía qué hacer.

Las natillas salieron y salieron hasta llenar la casa y después la calle  y luego todo el barrio… Y siguieron saliendo hasta que llegó la niña y dijo: “Basta, pucherito, basta”.

La vecina tuvo que limpiar todas las casas y las calles del pueblo. Y por supuesto, no volvió a probar las natillas en toda su vida.


1.     Después de leer el texto, es tiempo para responder a las preguntas:

  1. ¿Qué le regaló la anciana a la niña?
  2. ¿Qué podía hacer el puchero?
  3. ¿Qué decidió hacer la vecina de la niña?
  4. ¿Qué ocurrió en el pueblo?
  5. Imagina que te regalan ese puchero mágico, ¿qué comida pedirías tú?

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